Melissa Etheridge anima a dejar de pagar impuestos

Que más de 5 millones de personas hayan votado a favor de restringir los derechos de los homosexuales no ha sentado muy bien.

Una cosa es saber que existen algunos homófobos o ‘extremistas religiosos’, y la otra es tener constancia de que más de la mitad de tus vecinos creen que debes ser un ciudadano de segunda.

Al igual que Ellen DeGeneres, Melissa Etheridge no ha podido callarse, pero Melissa ha ido un poco más allá y en un artículo de opinión que ha publicado en The Daily Beast argumenta que si no tiene los mismos derechos ¿por qué tiene que pagar los mismos impuestos?

“… no tengo que pagar mis impuestos porque no soy un ciudadano de pleno derecho.”

“Okay, genial, no quiero entrar en temas personales, pero hay muchas cosas que puedo hacer con el medio millón de dólares extra de los que dispondré yo en vez del estado de California. Y ¡oh! Seguro que Ellen estará muy contenta de quedarse con los ‘zillones’ de pavos que paga en impuestos. Wow, pararos a pensar sobre ello, hay bastantes tipos gays afortunados que tendrán algo de dinero extra este año ¿Recesión? ¡Somos gays!”

Hay que aclarar que en Estados Unidos existe algo que se llama ‘No taxation without representation’ –no hay impuestos sin representación- que surgió en 1763, cuando a los ciudadanos de las trece colonias británicas en el continente americano se les negaron sus derechos como ingleses.

Se trata de una medida que ha llegado a nuestros días y que se utiliza mayoritariamente para hacer presión dejando de pagar impuestos cuando aparece una ley que afecta a los derechos de los ciudadanos directamente –históricamente ha sido utilizada por sufragistas, inmigrantes sin derecho a voto, etc-.

Melissa ha escrito un artículo lleno de rabia y sentimiento, que muestra el alcance de la tragedia y que apunta claramente a las implicaciones personales que todo esto puede tener en los gays californianos.

Personalmente me quedo con las palabras iniciales de su artículo:

“Okay. La Proposición 8 sigue adelante. Lo entiendo, el 51% de vosotros cree que soy un ciudadano de segunda clase. Perfecto. Entonces mi mujer, ¡uh! quiero decir mi ¿compañera de cuarto? ¿Novia? ¿Amiga especial? Vais a tener que ayudarme con esto porque no estoy segura de cómo debo de llamarla ahora.”